Si ha sido acusado de un delito penal, esto significa que la policía y la fiscalía tienen al menos algunas pruebas en su contra. Es importante destacar que esto no significa automáticamente que usted sea culpable de ningún delito.
Las pruebas se presentan en muchas formas, y durante mucho tiempo se ha considerado que el testimonio de testigos presenciales es fundamental para un caso, pero los testigos presenciales no son infalibles.
La memoria no funciona como una cámara de vídeo.
Es fácil pensar en la memoria como si fuera una cámara de vídeo, que graba información y puede reproducirla según demanda. Sin embargo, simplemente no es así como funciona la memoria. Los recuerdos se reconstruyen en lugar de reproducirse.
Cuando se le pregunta sobre una situación determinada, un individuo recuerda los eventos y trata de llenar los vacíos. La gente no siempre lo hace bien, especialmente meses después del evento inicial. Un juicio penal puede tardar meses o incluso años en concretarse. Durante este tiempo, la memoria de un testigo puede volverse confusa y es posible que reconstruya hechos que nunca sucedieron.
Los crímenes son eventos estresantes y el estrés afecta la memoria.
Si el delito en cuestión fue grave, es posible que el testigo haya quedado traumatizado en ese momento. El estrés y la ansiedad tienen la capacidad de dañar la memoria.
El testigo sabe que algo terrible pasó, quiere que alguien pague por las acciones criminales, pero eso no significa que tenga a la persona adecuada. Para que se haga justicia, las acciones criminales deben recordarse con la mayor precisión posible, y esto incluye identificar a la persona correcta que cometió el delito.
Si cree que el testimonio de un testigo es inexacto en su caso, entonces es importante impugnarlo ante el tribunal. Buscar orientación legal le ofrecerá la mejor oportunidad posible de obtener justicia.