La situación en casa se calentó. Se alzaron voces y, tal vez, se arrojaron algunos objetos en el calor de la ira. Alguien llamó a la policía y terminaste arrestado por violencia doméstica.
Para cualquier ciudadano estadounidense común y corriente, esto ya sería una crisis, pero lo es doblemente para un inmigrante que no tiene la ciudadanía. Si lo condenan, injustamente o no, puede terminar siendo deportado.
En este momento, debes concentrarte en dos cosas: cómo no empeorar la situación y cómo defenderte.
Cómo no empeorar la situación
Primero, asegúrese de comprender claramente que no puede comunicarse con la presunta víctima de su caso. Eso significa que no puede ir a su casa compartida a recoger algunas cosas (a menos que lo haga con el permiso del tribunal). Tampoco puedes:
- Contacta con ellos en persona para intentar reconciliarte o disculparte.
- Pídales que retiren los cargos en su contra (lo que de todos modos no pueden hacer)
- Contactarlos por medios electrónicos, incluidas las redes sociales.
- Pídale a un amigo o familiar que se comunique con ellos en su nombre.
Hasta que su caso termine, debe cumplir estrictamente con los términos de su orden de restricción o fianza. De lo contrario, pueden acusarlo de nuevos delitos, como intimidación de testigos, y su caso será infinitamente más complicado.
Cómo montar una defensa contra los cargos
En segundo lugar, debe explorar cuidadosamente todas sus opciones de defensa. Comúnmente, estos incluyen:
- Falta de intención (golpear accidentalmente a alguien con una puerta cuando intentaste salir no es lo mismo que golpearle la cara contra la puerta a propósito)
- Autodefensa (si la otra parte lo estaba atacando físicamente a usted o a otros o haciendo amenazas realistas, es posible que usted tuviera derecho a responder con violencia)
- Acusaciones falsas (tal vez su pareja dijo algo en su enojo a la policía que no era cierto, o tal vez la policía simplemente reaccionó exageradamente ante lo que no era más que una pelea a gritos)
Cualquiera que sea su situación, es aconsejable reconocer que, especialmente con la posibilidad de deportación sobre la mesa, necesita orientación legal con experiencia para superar esta situación.