La ciudadanía generalmente permite a las personas nacidas en el extranjero disfrutar de los mismos derechos que otros ciudadanos estadounidenses. Esto suele aplicarse a niños ciudadanos estadounidenses adoptados en el extranjero, aunque las circunstancias pueden diferir según su edad.
Requisitos para la ciudadanía de niños menores de 18 años
Los niños adoptados menores de 18 años podrán adquirir la ciudadanía si cumplen los siguientes requisitos.
- Tienen al menos uno de los padres que es ciudadano estadounidense.
- Tienen estatus de residente permanente legal en los EE. UU.
- Viven en el país bajo la custodia legal y física de un padre ciudadano estadounidense.
El Estado donde viven reconoce plenamente su adopción. Los niños que se convierten en ciudadanos estadounidenses de esta manera generalmente ya no necesitan solicitar la ciudadanía. A menudo, una vez que se cumplen estos criterios, los padres pueden obtener un certificado de ciudadanía del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (USCIS) para su hijo adoptado.
Si vive en el extranjero debido a su trabajo en las fuerzas armadas o en el gobierno de los EE. UU., sus hijos también pueden calificar para la ciudadanía. Sin embargo, es posible que usted y sus hijos adoptivos deban cumplir primero con ciertos requisitos de residencia y presencia física según la Ley de Inmigración y Nacionalidad (INA).
Los niños adoptados que adquieren la ciudadanía de esta manera pueden tener que solicitar un certificado de ciudadanía ante el USCIS. Luego pueden obtener su pasaporte estadounidense después de obtener dicho documento.
Requisitos para niños mayores de 18 años.
Los niños adoptados mayores de 18 años generalmente no se convierten automáticamente en ciudadanos estadounidenses, incluso si sus padres residen dentro del país. Para convertirse en ciudadano estadounidense, generalmente deben solicitar la naturalización ante el USCIS.
Convertirse en ciudadano estadounidense puede ser un proceso complejo para los niños adoptados. Incluso hay casos en los que las personas solicitan la naturalización sólo para descubrir que ya son ciudadanos estadounidenses. Familiarizarse más con las leyes de inmigración puede ayudarle a evitar estos problemas y garantizar que sus hijos disfruten de los privilegios de ser ciudadanos de los EE. UU.