Las personas que se casan con ciudadanos estadounidenses a menudo obtienen tarjetas de residencia. Por ejemplo, un trabajador podría venir a Estados Unidos con una visa de trabajo relativamente corta, enamorarse y casarse. Para permitirles quedarse con su cónyuge después de que finalice la visa de trabajo, obtienen una tarjeta verde.
Como parte de este proceso, el gobierno puede realizar una entrevista. Te harán todo tipo de preguntas como cuándo se conocieron, dónde se casaron, cómo es la vida en casa y qué planes tienen para el futuro.
Estas preguntas pueden parecer poco importantes. ¿Por qué quieren saber dónde fuiste en tu primera cita o cuál es tu lugar favorito para comer cuando decides salir?
Hay una razón para estas preguntas.
La razón por la que hacen preguntas aparentemente mundanas es en realidad bastante simple: no les importan las respuestas específicas. No les preocupa dónde os encontráis ni dónde coméis.
Lo que buscan es una clara diferencia en sus respuestas. Responder una cosa de manera diferente probablemente esté bien. Quizás ambos tengan un restaurante favorito diferente. Sin embargo, si usted y su cónyuge dan respuestas muy diferentes a muchas preguntas que deberían ser iguales, eso les permitirá saber que algo no cuadra con su historia. Podrían acusarlo de casarse de manera fraudulenta solo para obtener una tarjeta de residencia.
Protegiendo su estado
Es fundamental proteger su estatus legal cuando enfrenta una situación como esta. Asegúrese de saber qué derechos tiene y qué opciones legales están a su disposición.