Si ha sido acusado de un delito violento, una de las primeras cosas que debe hacer es determinar sus opciones de defensa. Uno de los peores errores que puedes cometer es sentarte y asumir que todo se arreglará por sí solo.
La defensa penal es una presentación formal que hace un acusado con el objetivo de cuestionar la validez y credibilidad del caso de la fiscalía. Para salirse con la suya, la fiscalía debe demostrar más allá de toda duda razonable que usted cometió el delito en cuestión. En otras palabras, deben probar todos los elementos del delito por el que está siendo juzgado.
Afortunadamente, existen varias opciones de defensa que puede ejercer cuando se enfrenta a cargos. Éstos son algunos de ellos:
Puedes declararte inocente
Esta es, quizás, una de las defensas más sencillas que puedes alegar si has sido acusado de un delito. Tenga en cuenta que la “carga de la prueba” recae en la fiscalía para convencer al juez o al jurado de que usted cometió el delito. Puede ser víctima de un error de identidad o de una extralimitación policial.
No tiene que hacer nada para demostrar su inocencia durante un juicio penal. Sin embargo, puede testificar o presentar pruebas relevantes para respaldar su reclamo.
Puedes alegar defensa propia
La autodefensa es una declaración válida si ha sido acusado de delitos como agresión, agresión o asesinato. La autodefensa ocurre cuando se usa fuerza razonable para contrarrestar una acción violenta, o la amenaza de acción violenta, por parte de la víctima. Para alegar defensa propia, la cantidad de fuerza debe ser proporcional a la amenaza que representa la víctima. Un ejemplo de autodefensa sería el uso de un arma contra un violador o un ladrón que está cometiendo un delito.
Un cargo criminal es un gran problema. Descubra cómo puede defenderse y salvaguardar sus derechos si ha sido acusado de algún delito.